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Electrolineras: ¿cómo son las estaciones de carga eléctrica?

Después de tantos años de conducir coches con motores de combustión y carburantes fósiles, el funcionamiento de una gasolinera es bien sabido por todo el mundo. Si, en cambio, nos preguntamos cómo funciona una electrolinera, quizás tengamos más dudas. ¿Con qué tipo de corriente funcionan: continua o alterna? ¿cuántas horas se tarda en recargar un vehículo eléctrico y qué coste tiene? En este artículo de Wikidriver te explicaremos qué tipos de electrolineras existen y cómo funcionan para que, si tienes un vehículo eléctrico o un híbrido enchufable, sepas cómo recargarlo y cuánto te va a costar. 

¿Qué es una electrolinera? 

Empecemos por definir qué es una electrolinera: como bien indica su prefijo girego «electro», una electrolinera es una estación de carga de electricidad para coches híbridos y eléctricos enchufables. Si bien en una gasolinera o estación de servicio convencional repostamos carburante fósil para vehículos con motor de combustión, en las electrolineras repostamos energía eléctrica para alimentar las baterías del automóvil o motocicleta. Algunas electrolineras disponen de varios adaptadores para enchufes de carga y ofrecen información sobre el proceso. 

Las electrolineras son elementos cruciales en la expansión y consolidación de los vehículos cero emisiones, ya que uno de los problemas estructurales de la movilidad sostenible es la falta de estaciones de carga de vehículos eléctricos. Si tenemos pensado hacer un viaje por varios países europeos con un vehículo eléctrico, es aconsejable consultar antes el mapa con todas las electrolineras de Europa para conocer de antemano los puntos de recarga y no quedarnos sin baterías durante el trayecto.

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¿Cómo funcionan las electrolineras y qué tipos de recarga hay? 

El funcionamiento de una electrolinera es muy parecido al de una gasolinera: en lugar de pagar por los litros de combustible con los que llenamos el depósito, pagamos por la electricidad que usamos para recargar las baterías del vehículo. Antes de entrar en detalle sobre cómo se recarga un coche eléctrico y los tipos de recarga que podemos hacer en una electrolinera, debemos hacer un pequeño apunte sobre los dos tipos de corriente que existen y las varias clases de conectores, ya que se trata de conceptos fundamentales para entender cómo funcionan las electrolineras y los modos de recarga. 

En primer lugar, existen dos tipos de corriente: la corriente alterna (CA) y la corriente continua (CC). La energía eléctrica procedente de la red de suministro es siempre corriente alterna, mientras que las baterías de los vehículos eléctricos solo pueden almacenar energía en forma de corriente continua. De este modo, para cargar un vehículo eléctrico con la electricidad de la red de suministro debemos convertir la alimentación de CA en CC. Para hacerlo, tenemos dos opciones: o utilizar un cargador a bordo (un convertidor instalado en el coche que transforma la CA en CC y la introduce en la batería) o bien utilizar un cargador de CC que ya lleve incorporado un convertidor, de modo que la corriente eléctrica se puede introducir directamente en la batería del vehículo.  

Tipos de conectores 

En cuanto a los conectores, actualmente hay varios tipos en función de los fabricantes y de los países. A continuación, los repasaremos: 

conector Schuko: es el que se necesita para los enchufes domésticos y el más extendido en los puntos de recarga en España 

conector SAE J1772 o Yazaki: usado en Norteamérica 

conector Mennekes: juntamente con el conector Schuko, es de los más utilizados en los puntos de recarga en España. Convierte la corriente alterna en continua 

conectores combinados o CCS: se usan en EE.UU. y Alemania 

conector Scame: usado por los fabricantes franceses para recargar los vehículos híbridos enchufables 

conector CHAdeMO: utilizado por los fabricantes japoneses para la recarga rápida en corriente continua 

Ahora que ya conocemos los tipos de corriente y de conectores que hay, ya estamos en condiciones de entender qué modos de recarga existen y por cuál podemos optar en una electrolinera. 

Tipos de recarga 

Existen cuatro modos de recarga, que principalmente utilizan los dos tipos de conectores más usados en España, el Schuko y el Mennekes, tal como veremos seguidamente: 

– recarga lenta (modos 1 y 2): también llamada carga vinculada, normal o estándar lenta, usa un conector Schuko (el de la mayoría de electrodomésticos). En el modo 1 se usa corriente alterna monofásica a 230V, 16A con una potencia máxima de 3,7 kW. El coche se conecta a la red eléctrica y se carga, pero no tenemos información de cuánto durará el proceso, ni ningún tipo de protección. La carga completa puede llegar a tardar más de ocho horas. En modo 2 es igual que el 1, pero la diferencia radica en que en este modo existe una pequeña comunicación entre el dispositivo de carga y el vehículo; además, el cable viene equipado con un sistema de protección y un interruptor del diferencial para evitar problemas de conexión con la red eléctrica 

– recarga semirápida (modo 3): utiliza el conector Mennekes o SAE J1772, según el tipo de vehículo. Se trata de un poste de recarga o Wallbox para vehículos eléctricos o híbridos enchufables que habitualmente se instala en las viviendas, empresas o centros comerciales. Incorpora varios sistemas de protección para la seguridad de la instalación eléctrica y del vehículo. Permite monitorizar la recarga con un mayor intercambio de datos que en el modo anterior, de manera que podemos saber cuánto tiempo tardará la batería a estar recargada por completo o en qué fase se encuentra el proceso; habitualmente una recarga semirápida suele durar 4 horas. La recarga es de corriente alterna y puede ser monofásica o trifásica, pudiendo recargar el vehículo con una potencia máxima de a 3,7 kW o 7,4 kW al admitir hasta 32 A 

– recarga rápida (modo 4): de nuevo usa el conector Mennekes y utiliza potencias de 43 kW a 50 kW. En media hora aproximadamente permite tener cargada la batería y permite el máximo nivel de comunicación entre vehículo e infraestructura de recarga, proporcionándonos datos sobre cómo va la carga, cuánto va a durar, posibles problemas durante el proceso, etc. Solemos encontrar este tipo de recargas en electrolineras urbanas o estaciones públicas de recarga para trayectos largos puesto que permiten recargar las baterías en poco tiempo. Sin embargo, si lo hacemos a menudo puede reducir la vida útil de las baterías  

– recarga superrápida: utiliza cargadores de 80 kW e incluso mayores (hasta 150kW) y corriente continua. La encontramos en electrolineras de carretera. 

Así pues, resumiendo este punto, vemos que en las electrolineras lo más habitual será encontrar puntos de recarga rápidos o semirápidos que utilizan conectores Schuko o Mennekes. 

Precio de las electrolineras 

Hasta ahora hemos examinado aspectos técnicos vinculados a la recarga de un coche eléctrico, pero ¿y los aspectos prácticos?, ¿cuánto nos puede costar recargar las baterías? Pues depende de la red de suministro utilizada y del modo de carga. 

Tal como hemos visto en el apartado anterior, en las electrolineras suelen utilizarse cargas rápidas o súper rápidas (a partir de los 43 kW y hasta los 150 kW) porque permiten repostar las baterías rápidamente. Son prácticas, pero caras, ya que los precios suelen oscilar entre los 0,15 y los 0,79€/kW. Si no queremos pagar tanto, podemos optar por recargar el vehículo por la noche, cuando las tarifas de la red eléctrica suelen ser más económicas.