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A veces los inventos revolucionarios no son resultado de grandes inversiones ni de proyectos faraónicos: prueba de ello es el ingenioso sistema que ha desarrollado un joven estudiante australiano para convertir los coches de combustión a eléctricos. El invento, que recibe el nombre de REVR (Rapid Electric Vehicle Retrofit), permite convertir cualquier coche con motor térmico (gasolina o diésel) a híbrido con un sencillo kit y dotarlo de una autonomía de hasta 150 km. De esta manera, el sistema abre la puerta a electrificar los vehículos con motor térmico ya en circulación y plantea una interesante alternativa a la compra de coches nuevos híbridos y eléctricos para optar por una movilidad sostenible. En este artículo de Wikidriver analizaremos en profundidad cómo el REVR logra convertir un coche a eléctrico de forma rápida y sencilla y qué impacto puede tener en la movilidad mundial en un futuro cercano.
Hace años que los vehículos híbridos y eléctricos se perfilan como la solución de movilidad más sostenible para reducir la contaminación ambiental, junto a otras fuentes de ecocombustibles en fase de pruebas (hidrógeno verde, gas a partir de residuos, etc). Sin embargo, los coches híbridos y eléctricos suelen tener un coste demasiado alto para muchos bolsillos y el parque móvil actual no puede electrificarse al ritmo que querrían las administraciones nacionales y supranacionales para disminuir las emisiones de CO₂. Ante este problema, hace algunos años llegó el retrofit, un sistema para convertir los vehículos de combustión interna en eléctricos, pero de nuevo su alto coste económico y las trabas burocráticas para homologarlo no consiguieron provocar la transición verde deseada. Hace tan solo unos meses, Alexander Burton, un estudiante de 21 años del RMIT (el equivalente al MIT en Melbourne) desarrolló el REVR, una versión mejorada del retrofit que podría revolucionar el mundo de la automoción y democratizar la electrificación.
¿Qué es el sistema REVR?
Tal como anuncian claramente sus siglas en inglés (Rapid Electric Vehicle Retrofit), el REVR es un sistema de retrofit para electrificar vehículos de forma rápida. Es decir, conseguir que pasen de funcionar con un motor de combustión a uno eléctrico.
El sistema lo ideó un estudiante australiano de ingeniería industrial que buscaba desarrollar un sistema que permitiera convertir un coche diésel o gasolina a eléctrico de forma rápida, sencilla y, sobre todo, económica. De hecho, el novedoso invento de Alexander Burton nació, en parte, por un problema económico, ya que el joven estudiante quería conducir un coche eléctrico para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, pero no disponía de suficiente dinero para comprárselo. Se le ocurrió entonces convertir su Toyota Corolla de más de 20 años en un coche eléctrico, pero como de nuevo no contaba con financiación ni herramientas para hacerlo, empezó a investigar en su tiempo libre y, unos meses más tarde, consiguió desarrollar el sistema REVR.
La gran diferencia entre el REVR y otros sistemas retrofit es que el invento australiano no busca convertir el sistema interno del vehículo por completo (proceso muy costoso a nivel económico y lento en el tiempo), sino que, mediante un ingenioso kit que se acopla al coche de forma rápida y sencilla, consigue electrificarlo en pocos segundos y a un precio asequible. Gracias a este disruptor invento, Alexander Burton fue galardonado con la máxima distinción en los Premios James Dyson, un certamen de diseño internacional que premia a los proyectos que solucionan problemas existentes, con especial atención este año a los inventos sostenibles.
Funcionamiento del sistema REVR
El kit del REVR está integrado por varios componentes: dos motores eléctricos de tipo radial que se acoplan a la zona del disco o tambor de freno, una batería pequeña que se instala en el hueco de la rueda de repuesto, una centralita y su correspondiente cableado.
El REVR también está formado por otros elementos (sistema de aire acondicionado, calefacción, dirección, etc.), pero la piedra angular del invento es el motor especial desarrollado por Alexander Burton. El REVR utiliza un motor de flujo axial (en el que los dos discos exteriores giran alrededor del disco central fijo) que puede acoplarse fácilmente a los frenos de disco. De este modo, simplemente presionando un botón el conductor de un vehículo equipado con este sistema puede escoger entre circular con energía eléctrica o con carburantes convencionales. Si opta por hacerlo en modo eléctrico, los motores se conectarán al eje y propulsarán el vehículo con la energía eléctrica almacenada en la batería, que puede recargarse en las tomas de corriente habituales de baja potencia.
Gracias a este sistema, se puede convertir un coche de gasolina o diésel en eléctrico de forma rápida, eficaz y, sobre todo, económica. Aunque el REVR aún no se comercializa y es solo un prototipo, se estima que podría tener un precio de menos de 5.000 euros, muy lejos de los 100.000 que pueden llegar a costar actualmente los sistemas retrofit en España.
Ventajas de instalar el sistema REVR y convertir tu coche en eléctrico
Los vehículos de combustión son responsables de más del 20 % de las emisiones de CO₂ en todo el mundo. A menudo se contrapone a este modelo la conducción eléctrica como la alternativa de movilidad más respetuosa con el medioambiente, pero no hay que olvidar que estos vehículos no son neutros en carbono, puesto que en sus distintas fases de ciclo de vida (proceso de fabricación, de recarga de baterías y de fin de vida útil) también emiten gases contaminantes a la atmósfera. Ante la polución de los coches eléctricos y la de los diésel y gasolina, Alexander Burton ideó un sistema para aprovechar los vehículos con motor de combustión que tiene numerosas ventajas, como seguidamente repasaremos:
- Menor emisión de gases contaminantes que un vehículo de combustión: cuando están en funcionamiento, los coches eléctricos no emiten CO₂ a la atmósfera, a diferencia de lo que ocurre con los vehículos de motor térmico.
- Menor coste que otros sistemas de retrofit: aunque aún no está en fase de comercialización, el REVR podría costar menos de 5.000 euros, un importe mucho más bajo que el de otros sistemas de retrofit actuales en Europa (entre 30.000 y 100.000 euros en España o incluso la astronómica cifra de 500.000 euros en Francia).
- Menor coste que los vehículos eléctricos e híbridos nuevos: de nuevo, existe una diferencia abismal entre los 5.000 euros que cuesta electrificar un vehículo con el sistema REVR y los 20.000 euros (como mínimo), 30.000 o 40.000 que cuesta un automóvil híbrido o eléctrico.
- Sistema basado en la economía circular: el REVR permite electrificar cualquier coche de gasolina o diésel en circulación, de modo que gracias a este sistema se reaprovecha un automóvil ya en funcionamiento y se electrifica de forma rápida, sencilla y económica.
- Autonomía de hasta 150 km en modo eléctrico: un vehículo electrificado con REVR es capaz de recorrer entre 100 y 100 km solo con la electricidad de las baterías, lo que le confiere una importante autonomía.
Para concluir, en este artículo te hemos contado en qué consiste el innovador sistema REVR de retrofit y las inmensas posibilidades que abre, especialmente democratizando la electrificación y apostando por la economía circular para reducir las emisiones de gases contaminantes de la industria automotriz. A pesar de que el sistema es aún un prototipo, su inventor ya está trabajando para comercializarlo con los 8.800 dólares recibidos del Premio James Dyson y las aportaciones de micromecenazgo, así que en los próximos meses habrá que estar atentos a las novedades del sector porque quizás pronto el REVR podría llegar al mercado europeo y revolucionar el mundo del motor.