casa batllo barcelona sant jordi pixabay1348260 300x225 - Diferencias entre la seguridad activa y pasiva en coches

Diferencias entre la seguridad activa y pasiva en coches

La seguridad es el elemento primordial al volante; lo tienen claro los conductores y también los fabricantes automovilísticos, quienes hace décadas que desarrollan soluciones tecnológicas para que los vehículos protegen tanto la vida del conductor, como de la del resto de pasajeros y de otros usuarios de la vía. Además, la legislación internacional en seguridad vial también se ha endurecido en los últimos años, hecho que ha significado la incorporación de nuevos sistemas de seguridad activa y pasiva a los automóviles, pero también a las vías. Sin embargo, ¿sabemos qué diferencias hay entre estos dos conceptos? En este artículo de Wikidriver te las contaremos, así como otras cuestiones.  

Las cifras sobre mortalidad en la carretera siguen siendo crudas: según el último informe publicado en marzo de este año por la Comisión Europea, en 2021 casi 20.000 personas murieron en accidentes de circulación. Si bien estas cifras representan un 13% menos (casi 3.000 víctimas mortales) que en 2019 y en el último decenio se ha producido un descenso del 36%, siguen siendo números alarmantes que debemos reducir cueste lo que cueste. Por ello, ya hace años que la investigación tecnológica en la industria automovilística ha permitido mejorar sustancialmente la protección que ofrecen los vehículos con sistemas de seguridad activa y pasiva de vanguardia. Seguidamente, analizaremos en qué consisten unos y otros y qué elementos los conforman. 

Diferencia entre seguridad activa y pasiva en un vehículo 

La seguridad activa se define como el conjunto de medidas orientadas a evitar un accidente, ya sea a través de la mejora de la eficiencia del vehículo o de su estabilidad. En ella se engloban el sistema de frenado, el de dirección, el de suspensión, el de alumbrado, los neumáticos y los sistemas de control de estabilidad. 

La seguridad pasiva, en cambio, son todos los elementos que reducen al mínimo los daños en el conductor y los pasajeros una vez que ya se ha producido el accidente, como los cinturones de seguridad y los sistemas de retención infantil, los airbags, el chasis y la carrocería, los cristales, el reposacabezas, la protección de peatones y el eCall

Elementos de seguridad activa  

A continuación, repasaremos los distintos elementos que forman parte de la seguridad activa de un vehículo: 

sistema de frenado: elemento clave para la protección del conductor, del resto de pasajeros y de otros usuarios de la vía. Los frenos permiten reducir la marcha o detenernos por completo en situaciones de peligro y es básico que funcionen correctamente. Actualmente existen varios sistemas de frenado, como los frenos de disco, de tambor, de emergencia (manuales o automáticos) y el sistema ABS (del inglés Anti-lock Braking System o Sistema Antibloqueo de Frenos en español), que permiten reducir la distancia de frenado sin que las ruedas se bloqueen y esquivar posibles obstáculos de la calzada 

– sistema de dirección: gracias a él, podemos maniobrar correctamente en la vía, circulando por los carriles y sorteando posibles impedimentos que puedan aparecer en la vía. Aunque ahora todos los vehículos incorporan la dirección asistida, la aparición de este sistema a mediados del siglo pasado significó una auténtica revolución en el mundo del automóvil puesto que facilitaba mucho la conducción. Actualmente, algunos vehículos también incorporan dirección eléctrica de asistencia variable, lo que permite adaptarse a distintas velocidades para mejorar la seguridad y evitar posibles accidentes 

– sistema de suspensión: es otro de los sistemas de seguridad activa de un coche más importantes. El sistema de suspensión es esencial para mantener la estabilidad del vehículo y que este pueda absorber las irregularidades del terreno, garantizando poder circular a mayor velocidad de forma segura en terrenos irregulares 

– sistema de alumbrado: la iluminación permite poder ver la vía correctamente cuando las condiciones lumínicas no son buenas (de noche, con niebla, lluvia, etc.) y, a la vez, ser vistos. Con el paso de los años, la industria automovilística ha ido mejorando los sistemas de alumbrado y en la ctualidad encontramos tres modelos diferentes según el mecanismo que utilicen para crear el haz de luz; así, podemos distinguir entre luces halógenas, xenón o LED  

– neumáticos: es el elemento más importante de la rueda que conecta el vehículo con la calzada. Las gomas deben garantizar la tracción necesaria en cualquier clima y condición, soportar las irregularidades del terreno y evacuar el agua en caso de lluvia o nieve. Hoy en día hay un amplio abanico de neumáticos, que pueden clasificarse según su estructura (neumáticos diagonales o radiales), la estación de uso (de invierno, de verano o all season, aptos para todo el año), el dibujo (asimétrico o direccional) o la tecnología constructiva aplicada (tubeless o sin cámara de aire, de perfil bajo, recauchutado, runflat o de bajo consumo). Además, actualmente cada vez más vehículos están equipados con sistemas de control de neumáticos para garantizar su óptimo estado para circular 

– sistemas de control de estabilidad: también conocidos como «antivuelcos», se trata de sistemas que permiten actuar para equilibrar el vehículo en caso de maniobras peligrosas o impedir que el conductor pierda el control del mismo. Existen numerosos sistemas de sensores (ESP, ESC, DSTC, VSA, entre otros) de alta tecnología que monitorizan la velocidad de cada una de las ruedas, la velocidad de giro del vehículo (ángulo y dirección) y el ángulo de giro del volante para ayudar al conductor a conducir de forma más segura. De esta manera, si el procesador electrónico advierte peligro, actúa sobre el vehículo (frenando una o más ruedas, por ejemplo) para evitar un accidente 

– otros sistemas: en los últimos años, el desarrollo de la electrónica y la tecnología ha permitido la creación de los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS, por sus siglas en inglés, Advanced Driver Assistance Systems). Estos sistemas ayudan a que el conductor circule con más seguridad, alertan de posibles situaciones de peligro (pudiendo, incluso, intervenir en el sistema de dirección y frenado para evitar un choque o mitigar sus consecuencias) y mejoran la conducción y el confort. Algunos ejemplos de ADAS son el asistente de mantenimiento de carril, el control de crucero adaptativo, el aviso de colisión frontal, el sistema de frenado de emergencia o el aparcamiento asistido, entre otros. 

Elementos de seguridad pasiva 

Como hemos comentado anteriormente, la seguridad pasiva de un coche incluye una serie de elementos que tienen como finalidad minimizar los daños una vez que se producido el accidente. Son los siguientes: 

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airbag: en el sistema de seguridad pasiva de un vehículo es muy importante la bolsa de aire, ya que en caso de accidente esta se infla en milésimas de segundo e impide que los ocupantes golpeen directamente contra alguna parte del vehículo y no se lesionen, o bien las lesiones sean de menor gravedad. Los airbags funcionan mediante sensores y un sistema pirotécnico, y los hay de varias clases: bolsas de aire frontales, laterales, tipo cortina (para proteger la cabeza) e incluso para las rodillas. Se estima que salvan la vida a 1.200 personas cada año 

– cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil: elementos absolutamente indispensables que salvan vidas (evitan unas 12.000 muertes al año) y minimizan las consecuencias en caso de colisión, evitando que golpeemos el salpicadero o salgamos proyectados fuera del habitáculo. Desde la década de los 80, su uso es obligatorio para el copiloto y actualmente todos los ocupantes del vehículo también deben llevarlo por ley. Los sistemas de retención infantil son también obligatorios según la normativa europea y deben ser adecuados al peso y talla de los pequeños y estar colocados a contramarcha el mayor tiempo posible, puesto que en esta posición son mucho más seguros. Según la ITV, la seguridad en un vehículo depende de muchos factores, pero sin duda, el uso de los cinturones y sistemas de retención infantil son claves para reducir los daños en caso de accidente 

– chasis y carrocería: estos elementos deben ser fuertes y robustos para resistir un fuerte impacto y proteger a los ocupantes del vehículo, pero a la vez suficientemente deformables para absorber la mayor cantidad de energía posible y reducir los daños a los pasajeros 

– cristales: gracias a la tecnología actual, los cristales del parabrisas están diseñados para no astillarse en caso de choque y evitar lesionar a los ocupantes. En cambio, el cristal de las ventanillas laterales es más débil y puede romperse más fácilmente para poder utilizarlo como salida de emergencia si volcamos y las puertas están bloqueadas 

– reposacabezas: elemento clave para evitar o minimizar latigazos cervicales en impactos traseros, así como lesiones de mayor gravedad o incluso mortales. Deben ir siempre bien regulados y ajustados a la altura de la persona que vaya sentada 

– protección de peatones: sistema diseñado para reducir las lesiones en la cabeza y la parte inferior de las piernas de un peatón en caso de atropello frontal. En él, se incluyen el capó/frontal deformable, airbag exterior en el parabrisas o parabrisas deformable, entre otros 

eCall: sistema de llamada de emergencia integrado en el vehículo que, en caso de detección de un potencial accidente o si este ya se ha producido, conecta con el 112 mediante GPS. De este modo, los sistemas de emergencia reciben la notificación apenas ha ocurrido el suceso y pueden actuar de inmediato. La llamada al 112 puede ser realizada de forma manual por los ocupantes o automática en caso de accidente grave gracias a la red móvil sin hilos. 

Además de todos estos elementos, es obvio que el estado de la calzada y los sistemas de seguridad que incorpore serán también determinantes para evitar accidentes, ya sean sistemas activos (como asfaltos altamente adherentes, correcta señalización e iluminación, etc.), como pasivos (dobles barreras de seguridad en los márgenes, zonas auxiliares de frenado, etc.). Igualmente, en ciertas smart cities de varios lugares del planeta ya encontramos sistemas de control inteligente del tráfico mediante tecnología 5G y el ioT (internet de las cosas), que permite interconectar varios dispositivos para que los conductores dispongan de información predictiva mientras circulan y puedan tomar mejores decisiones en tiempo real.   

Resumiendo, en este artículo te hemos explicado qué es la seguridad activa y pasiva de un coche y varios ejemplos de cada sistema. Mientras la primera está orientada a evitar un accidente, la segunda tiene como objetivo minimizar los daños a los ocupantes en caso de impacto. Hoy en día ambos sistemas han avanzado mucho y la tecnología aplicada a la automoción permite diseñar vehículos potentes y atractivos, a la par que muy seguros. Sin embargo, y a pesar de que los elementos de seguridad de un automóvil pueden resultar vitales en la carretera, debemos decir que el factor humano sigue siendo el más importante de todos para evitar sustos al volante.