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Las marcas de coches antiguos más famosas

Los hemos visto en incontables películas antiguas, en carreras de coches históricos y en reportajes automovilísticos: hablamos de los coches clásicos, aquellos que marcaron un antes y un después en la historia automotriz por su diseño, potencia, tecnología y significación en una época determinada. En este artículo de Wikidriver repasaremos algunas de las marcas de autos clásicos más importantes y sus singulares vehículos, poniendo especial atención a los modelos fabricados en nuestro país. Así que si eres un enamorado de los coches de antaño, te recomendamos que sigas leyendo ¡porque seguro que disfrutarás con nuestra selección! 

– Ford Model T (1908): el icónico modelo de Ford encabeza este listado de marcas de coches antiguos a causa del enorme impacto y la revolución que supuso en la industria automovilística a principios del siglo XX. El Ford Model T fue el primer modelo construido en serie gracias al establecimiento de líneas de montaje y a la especialización de los trabajadores en una parte concreta del proceso de ensamblaje. Esto se tradujo en un notable descenso de los tiempos de producción de los automóviles que permitió popularizarlos, tal como perseguía Henry Ford. Durante el certamen Car of the Century (El Automóvil del Siglo), celebrado en 1999 en las Vegas, fue escogido el coche más influyente del siglo XX 

– Hispano-Suiza H6 (1919): a lo largo de su historia, esta famosa marca de coches de lujo y deportivos española ha construido muchos automóviles, pero el modelo H6 que presentó en 1919 en el Salón del Automóvil de Ginebra podría considerarse el buque insignia de la compañía. El vehículo, acompañado de la singular cigüeña plateada que desde entonces luciría en todos los modelos de la marca, levantó mucha expectación entre los asistentes al certamen y en el mundo automovilístico dados los avances tecnológicos que incorporaba (válvulas de camisa y servofreno a las cuatro ruedas –algo inaudito en la época–, entre otras mejoras técnicas) 

– Volkswagen Tipo 1 (1938): conocido popularmente como Escarabajo en España y Beetle o Käfer en otros países por su inconfundible parecido con el animal, se trata de uno de los coches más singulares y exitosos de la industria automovilística. Con un motor colocado en la parte posterior, una mecánica sencilla y tracción trasera, empezó a producirse en Alemania en 1938, pero rápidamente pasó a comercializarse en todo el mundo (con más de 21 millones de ejemplares vendidos) hasta 2003, año en que dejó de producirse. El Escarabajo o Beetle es un coche de culto apreciado por conductores de todo el planeta y fue un icono del movimiento hippie norteamericano en la década de los 60, popularizado por su aparición en múltiples largometrajes. Gracias a la práctica del retrofit, que consiste en convertir un vehículo antiguo o en desuso en uno más moderno, recientemente se han recuperado algunos Escarabajos clásicos en nuestro país sustituyendo su motor de combustión por uno eléctrico, de modo que algunos ejemplares de este modelo vuelven a estar en circulación en las carreteras españolas 

– Citroën DS (1955): desde que se fundó, Citroën ha producido una larga lista de exitosos modelos vendidos en todo el mundo, pero sin duda alguna con el llamado Tiburón rompió moldes. Su presentación en El Salón del Automóvil de París en 1955 ya auguraba un éxito astronómico: en tan solo una hora tras darse a conocer al público ya contaba con 743 pedidos y, al finalizar la primera jornada, ya eran 12.000 los conductores interesados en adquirirlo. Además de enamorar a primera vista con su diseño futurista y rompedor, sus innovaciones técnicas también le permitieron posicionarse de forma destacada en la industria automovilística, consiguiendo un binomio perfecto entre estética y vanguardia tecnológica. Entre sus innovaciones, cabe destacar la suspensión hidroneumática con altura regulable, la incorporación de frenos de disco (fue el primer automóvil en utilizarlos), el cambio semiautomático sin embrague, el repartidor automático de la intensidad de frenada y la servodirección (dirección asistida), entre otras. Tuvo tanto éxito que a lo largo de dos décadas la marca francesa logró vender más de dos millones y medio de unidades  

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Imagen extraída de la Wikimedia Commons 

– SEAT 600 (1957): además del H6 (uno de los coches antiguos de la Hispano-Suiza más existosos), en la historia de la industria automovilística española destaca este famoso modelo del fabricante SEAT. Conocido popularmente como Seiscientos, este automóvil democratizó el vehículo privado en España entre la clase media en los años 60 y marcó a varias generaciones. Construido tras comprar la licencia a la marca italiana Fiat, propietaria del diseño original, la producción se inició a finales de los años 50 en Barcelona y se alargó hasta 1973, cuando dejó de fabricarse. Durante este periodo, SEAT vendió casi 800.000 ejemplares (también en el extranjero) e hizo varias versiones, como una comercial y otra descapotable 

– Mercedes-Benz 300 SL: también en 1957 la marca germana lanzó uno de sus modelos más singulares, conocido como «alas de gaviota» por la apertura de sus puertas hacia arriba a modo de alas. Fabricado en la década de los años 50 y 60, este deportivo coupé causó un gran impacto en el sector gracias a su diseño, sus prestaciones técnicas (fue el primer coche con inyección directa) y su ligereza, como ya anticipaba el nombre del propio coche (SL: Sport Leicht, Deportivo Ligero). Entre 1954 y 1963 se fabricaron más de 3.200 unidades de este modelo, que tuvo una fantástica acogida en Europa, pero también en Estados Unidos. Dada la predilección del mercado americano por los vehículos descapotables, la firma alemana diseñó la versión Roadster descapotable, que posteriormente también se fabricó y vendió en el continente europeo con mucho éxito 

– Mini Cooper (1959): si modelos como el Escarabajo o el Tiburón triunfaron por su estética, el Mini lo hizo por su reducido tamaño y sus prestaciones. Lanzado al mercado automovilístico por el fabricante británico British Motor Corporation en 1959, en los años 60 se convirtió en un icono y fueron muchos los conductores que se vieron seducidos por un coche moderno con capacidad para hasta cuatro personas, a pesar de sus reducidas dimensiones (apenas 3,05 metros). ¿Y cómo lo consiguieron? Pues gracias a la disposición del motor trasero y la tracción delantera, todo un logro del diseñador jefe de BMC, Sir Alec Issigonis, y su equipo 

– Ferrari 250 GTO (1962): evidentemente, en un listado de los mejores vehículos clásicos no podía faltar esta renombrada marca italiana y uno de sus modelos más extraordinarios. Considerado en varias ocasiones uno de los mejores deportivos de todos los tiempos, el 250 GTO despuntó en la época tanto por su elegante diseño de líneas curvas, como por su increíble potencia e innovaciones técnicas, ya que fue el primer Ferrari en incluir discos de freno. Con 250 centímetros cúbicos por cada cilindro de motor, como su nombre indica, era capaz de alcanzar los 245 km/h y maravillar a los conductores ávidos de sensaciones fuertes al volante. Entre 1962 y 1964, la marca del icónico cavallino rampante produjo 36 unidades de este coche deportivo y de competición, y dada la escasa producción fueron muchas los famosos que se apresuraron en adquirir uno, como el diseñador francés Ralph Lauren o más recientemente, el piloto de F1 Fernando Alonso 

– Porsche 911 (1963): y para concluir nuestra selección, qué mejor que hacerlo con otra de las grandes marcas de coches deportivos de todos los tiempos, la mítica y mundialmente admirada Porsche. Sinónimo de elegancia, lujo y potencia sobre el asfalto, el Porsche 911 fue presentado en el Salón del Automóvil de Fráncfort en 1963, causando un éxito fulgurante. El año siguiente empezó a producirse y comercializarse con la cifra 911, y no 901 como inicialmente había sido bautizado, ya que la marca francesa Peugeot alegó que poseía los derechos de los nombres de vehículos de tres cifras con un cero en medio. Además de su diseño vanguardista e innovador, el «nueveonce» enamoró a miles de conductores por su estética coupé fastback (compuesta de dos volúmenes con una única y pronunciada pendiente del techo hasta el extremo trasero de la carrocería), su motor bóxer de seis cilindros y su interior con una configuración de 2+2 plazas.