Una de las grandes diferencias entre las autopistas y las autovías es que, mientras las primeras son de titularidad privada y hay que pagar un peaje para poder circular por ellas, las segundas son de titularidad pública y es el Estado o las comunidades autónomas quién corre con los gastos de mantenimiento, de modo que no hay que abonar ningún peaje para utilizarlas. Sin embargo, en 2023 esto cambiará, ya que a lo largo del año recién estrenado se aplicará el proyecto de autovías de pago en España. En este artículo de Wikidriver te contaremos cuáles serán y las distintas modalidades de pago que se están estudiando. Así que, si quieres estar al día de estos cambios y saber si te tocará rascarte el bolsillo o no para circular por ciertas carreteras, te recomendamos que sigas leyendo.
Según marca la Ley de Movilidad Sostenible y Tarificación del Transporte, antes de 2024 España deberá haberse adecuado a los estándares europeos y haber adaptado sus carreteras para poder recibir los 70.000 millones de euros de la Unión Europea destinados a mejorar la seguridad de la red viaria. ¿Y cómo lo hará? Pues implantando un sistema de peajes en vías de alta capacidad (es decir, en autopistas y autovías), a pesar de que es una medida impopular y que a menudo genera mucha polémica.
A fecha de hoy, aún no hay un calendario definido para la aplicación de este nuevo sistema, pero lo que sí que sabemos es que, previsiblemente, se pondrá en marcha durante los próximos meses con un total de 42 tramos de peajes, a la espera de que baje la inflación y se reduzca la incertidumbre sobre la situación económica, según palabras de la secretaria de Estado española, Isabel Pardo de Vera.
Modalidades de pago
En cuanto a las modalidades de pago, ya hace tiempo que el Gobierno está estudiando principalmente tres opciones: una tarifa plana (lo que popularmente se conoce como viñeta), el pago por kilómetro recorrido o bien una combinación de ambas. A continuación, las examinaremos:
– tarifa plana (viñeta): consiste en comprar una pegatina que se coloca en el parabrisas del vehículo y que permite al conductor circular por las vías donde se exija el pago. Se trata de un modelo implantado en algunos países europeos como Luxemburgo, Países Bajos, Suiza o Eslovenia, por citar algunos ejemplos
– pago por uso o pago por kilómetro: consiste en pagar una cantidad variable, según el total de km recorridos de la infraestructura en cuestión (autopista o autovía); es la opción que actualmente se aplica en muchas vías de nuestro país. Sin embargo, según Pardo de Vera, la secretaria de Estado española, no se le debería llamar así, sino que es una adaptación a un modelo de sostenibilidad exigido por la UE que integra tecnología, electrificación digital y electrificación para favorecer la seguridad vial, la progresividad y la cohesión territorial
– combinación de ambos sistemas
Mientras el primer sistema es visto con buenos ojos por la Asociación de Empresas de Conservación de Infraestructuras (ACEX) con una propuesta de sistema de tarificación concreta, la Asociación Española de la Carretera (AEC) defiende el segundo modelo, como indicó en la hoja de ruta que elaboró en 2012 para la implantación del pago por uso. Sin embargo, en la AEC creen que este sistema no solo debería implantarse en las vías de gran capacidad, sino también en las carreteras convencionales paralelas con el fin de evitar el uso de vías gratuitas en peor estado y más sobrecargadas de tráfico.
¿En qué carreteras se aplicará este nuevo sistema?
El año pasado, el País Vasco ya se avanzó a la normativa y empezó a aplicar el sistema de cobro en algunas autovías de su red viaria. Concretamente, la Diputación Foral de Gipuzkoa instaló un sistema de pago en la A-636 entre las localidades de Beasain y Bergara que oscila entre los 16 y los 33 céntimos por km. En un tramo de 15,5 kilómetros, los turismos y vehículos ligeros deben abonar 2,53 euros, mientras que los camiones deben pagar 4,11 euros y 5,15 euros si pesan más de 12 toneladas.
En este mismo sentido se pronunciaron las Juntas Generales de Bizkaia, las cuales aprobaron implantar peajes en 101 kilómetros de su red viaria antes de que termine 2023. Concretamente, el pago por uso de transportes pesados ya es efectivo desde el 1 de enero de este año en la N-240 y la BI-625. En la N-240 (Barazar) se aplica al tramo que une el Valle de Arratia y el puerto de Barazar y en la carretera BI-625 se exige el pago a estos mismos vehículos desde Laudio hasta Basauri. Otras vías en las cuales se implantará el sistema de pago serán la N-636 (concretamente, en el tramo que une Durango y la frontera con Guipúzcoa), la A-8 (en el tramo que conecta Basurto con Haya) y el corredor del Txoreirri, entre Tontegi y Erlentexes.
En estas vías, se aplicarán descuentos en base al número de viajes mensuales que se haga y al tipo de vehículo, de modo que los menos contaminantes podrán beneficiarse de mayores detracciones. Igualmente, las personas que justifiquen los desplazamientos por motivo médico, asistencia al trabajo o al centro de estudios, estarán exentos de abonar el peaje.
Resumiendo, en este 2023 varias carreteras nacionales y una autovía (la A-8 o Autovía del Cantábrico) empezarán a cobrar por circular por ellas, sumándose a la red de autopistas de peaje ya existentes en la Península. A fecha de hoy, se desconoce si esta medida se extenderá a más autopistas o autovías, o a otras carreteras nacionales (que son las que concentran un mayor porcentaje de riesgo de accidentes, pues las diez carreteras más peligrosas del Estado son todas vías nacionales). Deberemos estar atentos en los meses venideros a nuevos anuncios del Gobierno para saber cómo se despliega el proyecto y qué nuevas carreteras de pago habrá en el territorio.