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Cómo quitar los arañazos del coche de forma fácil

Aparcar en un sitio ajustado, entrar en un parking demasiado estrecho o recibir un golpe de otro vehículo… Por desgracia, estas tres situaciones pueden tener el mismo resultado: el coche rayado y un enfado considerable, sobre todo si es nuevo. Sin embargo, podemos disimular (o, incluso, eliminar) la rayada si nos informamos bien de cómo quitar arañazos del coche, tenemos paciencia y no nos rendimos a la primera. En este artículo de Wikidriver te explicaremos en detalle los pasos para quitar los rayones (tanto superficiales, como más profundos), qué productos se recomiendan y cuándo es mejor acudir a un profesional. De modo que, si tu coche tiene algún que otro toque y quieres mejorar su aspecto, te recomendamos que sigas leyendo.

Tipos de arañazos y equipamiento necesario 

Para poder reparar el rasguño del coche debemos conocer antes brevemente las distintas capas de pintura que lo componen, ya que, según a qué parte haya afectado el arañazo, tendremos que aplicar distintos productos.

La pintura de un automóvil está formada por varias capas, desde las más profundas a las más visibles. En total, puede llegar a pesar hasta 20 sorprendentes kilos y su textura afecta a la manera como el aire se desliza por la carrocería, de modo que es una cuestión más compleja de lo que, de entrada, podría parecer. Veamos, pues, cuáles son las distintas capas de pintura de un coche: 

  • Chapa o superficie base: es la estructura metálica del coche, la capa más interior.
  • Capa de imprimación: permite unir el metal o el plástico de la carrocería con la capa de color.
  • Capa de color: da la tonalidad al vehículo, y puede ser mate o metalizada.
  • Capa transparente o barniz: protege el color y aporta brillo.

Ahora que ya nos hemos familiarizado con los varios estratos de pintura de un coche, es el momento de equiparnos con los materiales necesarios para ponernos manos a la obra: guantes, paños de microfibra, pasta pulidora, productos reparadores de arañazos, cera o abrillantador y lijas de grano fino (2000 a 3000). El precio de estos productos suele oscilar entre 9-10 € los más baratos y 35 € – 40 € los más caros, y pueden comprarse tanto en supermercados, en comercios especializados o en internet.

Una vez que dispongamos de todo el material, deberemos analizar los distintos tipos de rasguños para saber cómo repararlos paso a paso.

Arañazos superficiales: cómo identificarlos y repararlos

Si, por suerte, el rasguño que le hemos hecho al coche es superficial y solo afecta a la capa más externa (tras rozar con una rama o limpiarlo con un paño sucio, por ejemplo) observaremos una fina línea blanca que solo es visible a contraluz. 

Los arañazos superficiales son imperceptibles al tacto, ya que, si pasamos el dedo por encima, la superficie seguirá lisa y no notaremos ningún surco en ella. 

Para mejorar el aspecto de este leve rasguño, seguiremos dos simples pasos:

  • Limpiar la zona afectada: en primer lugar, deberemos lavar bien el área donde hay el rasguño para no dañar aún más la pintura. Para ello, utilizaremos agua y jabón y un trapo de microfibra. Después de limpiarla con cuidado y sin presionar demasiado, secaremos completamente la zona con otro paño. 
  • Pulir el arañazo y aplicar cera/productos específicos: a continuación, aplicaremos una pequeña cantidad de pasta pulidora o de un producto para reparar arañazos sobre un paño limpio y frotaremos con suaves movimientos circulares sobre el área afectada. También podemos aplicar productos multiusos que se pulverizan directamente sobre la pintura y dejar actuar durante unos minutos para que penetren en los arañazos y los reparen. Finalmente, secaremos bien la superficie hasta que quede limpia y tenga un aspecto uniforme.

Si, a pesar de haber seguido estos pasos, el rasguño sigue siendo visible y no ha desaparecido, no es recomendable repetir el proceso, puesto que podría empeorarlo y rayar aún más la pintura. En este caso, lo mejor será consultar con un profesional para que nos dé consejo. 

Arañazos medios: cómo identificarlos y repararlos

Los arañazos medios son aquellos de menos de dos milímetros de profundidad que atraviesan el barniz y afectan a la siguiente capa (la de color), sin llegar a la parte metálica del coche. 

Se distinguen de los anteriores porque el color del arañazo es más claro o mate que el del resto de la pintura y, en este caso, sí que son perceptibles al tacto (producen un leve surco). 

Un ejemplo de arañazo medio es aquél que se produce si rozamos una columna o pared al aparcar el coche, si el vehículo de al lado nos golpea la puerta al abrir la suya en un aparcamiento estrecho o si damos un golpe al coche con un carrito de supermercado.

Para quitarlos deberemos seguir estos tres pasos:

  • Preparar la zona: de nuevo, limpiaremos el área a tratar de polvo o suciedad con un paño de microfibra y la secaremos muy bien.
  • Lijar: utilizaremos una lija de grano fino (2000 a 3000) con agua de forma delicada, sin presionar demasiado. Este paso requiere experiencia y pericia, porque, si no lo hacemos bien, podemos empeorar notablemente el problema. Si no lo vemos claro, es mejor no utilizarla y pedir ayuda. 
  • Aplicar cera o abrillantador: para terminar, aplicaremos cera especial para coches o un abrillantador para proteger la pintura y lograr que el barniz vuelva a brillar. También existen kits específicos para reparar rayones, que incluyen diversos elementos e instrucciones detalladas.


Arañazos profundos y muy profundos: cómo identificarlos y repararlos

Los arañazos profundos son aquellos de más de dos milímetros que atraviesan las capas de barniz y de color, dejando visible la capa de imprimación gris o blanca. En este caso, se trata de rayones opacos, mates y con un color distinto al de la carrocería. Si los tocamos, notaremos un surco más profundo que en los casos anteriores y, aunque los limpiemos, seguiremos viendo el color de base. Suelen ser consecuencia de un golpe fuerte del coche contra alguna superficie dura o un objeto metálico.

Como su nombre indica, los rayones muy profundos son aquellos que llegan a la primera capa del coche, es decir, a la chapa o superficie base y, en consecuencia, son los más difíciles de eliminar. Se reconocen fácilmente porque dejan la chapa o el plástico del vehículo al descubierto, de modo que, a simple vista, se puede ver un fondo plateado (metal) o negro (plástico). Además, son muy rugosos al tacto e incluso pueden causar un pequeño relieve alrededor del rayón. Como en el caso anterior, suelen ser el resultado de un golpe seco y muy fuerte contra algún objeto o superficie dura –capaz de atravesar las cuatro capas de pintura– y es necesario repararlos cuanto antes para que no se oxiden o se corroan.

En estos dos casos (arañazos profundos y muy profundos), lo mejor será optar por una reparación profesional, tal como detallaremos posteriormente.

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Errores a evitar al reparar un arañazo

En general, si tenemos claro el proceso de reparación, disponemos de buenos materiales para quitar arañazos del coche y seguimos los pasos con paciencia y tesón, podremos quitar rayones superficiales y medios. Sin embargo, debemos evitar algunos errores que, a menudo, cometen muchas personas al intentar reparar los rasguños de su vehículo:

  • Limpieza de la zona inadecuada: es fundamental que el área a tratar esté perfectamente limpia y el producto que apliquemos a continuación pueda adherirse y actuar bien. De lo contrario, arrastrará partículas de suciedad, polvo y grasa que podrían empeorar el problema.
  • Uso de productos inadecuados: si utilizamos soluciones abrasivas o lijas demasiado fuertes también podemos eliminar la capa de barniz o la de color, dejando una mancha opaca o mate. Quitar los arañazos del coche con alcohol tampoco es buena idea, a no ser que se trate de alcohol isopropílico, un producto específico distinto del alcohol etílico muy utilizado para limpiar y reparar la pintura automotriz. En cualquier caso, deberemos utilizar productos específicos y de calidad y comprobar que la pintura que compremos tenga el mismo código de color de nuestro coche (normalmente se encuentra en el marco de la puerta o en el vano motor). Si dudamos, lo mejor será dirigirnos a comercios especializados y dejarnos asesorar por un profesional para evitar sorpresas desagradables.
  • Uso de una luz inadecuada: es evidente que para reparar un rasguño deberemos ver perfectamente la superficie a arreglar y trabajar en un lugar bien iluminado y ventilado. Así, habrá que evitar los interiores poco iluminados o mal ventilados (recordemos que, a menudo, estos productos tienen componentes tóxicos) y la luz directa del sol, y trabajar con una luz lateral difusa para apreciar bien los defectos.
  • Exceso de presión al limpiar/aplicar un producto: tanto al preparar la zona afectada como al aplicar los productos reparadores siempre deberemos hacerlo de forma muy suave y con movimientos circulares con un paño de microfibra, ya que, si insistimos con fuerza o demasiado tiempo, la pintura se calentará y podremos borrar el brillo del coche o bien atravesar la capa de barniz.
  • Tiempo de secado insuficiente: las prisas son malas consejeras, también en el proceso de reparación de un arañazo. Por ello, deberemos seguir las instrucciones del fabricante y dejar secar el tiempo indicado; si no lo hacemos, el producto quedará grumoso o con burbujas y no se adherirá bien a la superficie.
  • No delimitar correctamente la zona a tratar: si pulimos o pintamos sin proteger el área alrededor del rayón, el producto se extenderá al resto de zonas en buen estado, provocando una diferencia de color o de brillo. La solución para evitarlo es proteger los bordes con cinta de carrocero.

Cuándo acudir a un profesional 

Si, por desgracia, los rayones de nuestro coche son profundos o muy profundos y afectan a la capa de imprimación o incluso a la chapa, la reparación será más compleja y necesitaremos ponernos en manos de un profesional, que valorará el daño y nos indicará el coste aproximado. 

En este punto conviene revisar si nuestro seguro del coche cubre los daños estéticos o los pequeños siniestros, ya que podría ayudarnos a abaratar la reparación. 

Prevención de arañazos futuros 

Finalmente, revisaremos algunas simples, pero efectivas recomendaciones para evitar futuros arañazos:

  • Hacer un buen mantenimiento del coche: de este modo, alargamos su vida útil, aumentaremos su valor de reventa y evitaremos costosas reparaciones.
  • Utilizar los sensores y cámaras traseras de aparcamiento: la prudencia a la hora de maniobrar es básica para evitar arañazos, de modo que, si nuestro vehículo está equipado con estos sistemas, deberemos apoyarnos en ellos para asegurarnos de que disponemos de suficiente espacio al aparcar
  • Escoger bien los sitios dónde aparcamos: hay que evitar los lugares demasiado estrechos, cerca de columnas, paredes y otros vehículos. También es muy recomendable optar por parkings cubiertos, como la amplía red de aparcamientos Saba en toda España, en lugar de aparcar en la vía pública o en lugares muy soleados que puedan dañar la pintura del coche. 
  • Proteger la plaza de aparcamiento: si el coche duerme en el garaje y está rodeado de columnas o paredes, es preferible colocar protectores adhesivos para evitar rayarlo si los golpeamos o rozamos.
  • Usar productos protectores para la pintura: si no disponemos de un parking y el coche duerme en la calle podemos aplicar un recubrimiento cerámico que lo proteja frente a las inclemencias del tiempo y los elementos externos (ramas, resina, excrementos de pájaros, etc.).
  • Prestar atención al mantenimiento diario: finalmente, deberemos fijarnos muy bien en todo aquello que pueda dañar la pintura del coche (como objetos duros como cinturones, llaves y cremalleras) y no apoyar bolsas o herramientas sobre el capó o el techo. Al repostar, evitaremos apoyar la manguera o el tapón del carburante sobre la pintura, y, si somos aficionados al esquí o el ciclismo, habrá que ir con mucho cuidado a la hora de colocar los esquís o la bici; un pequeño taburete puede sernos de gran ayuda y evitar rayadas tontas. 

En resumen, ahora ya sabes cómo quitar rayas del coche, qué pasos debes seguir y qué productos necesitas. Sin embargo, evidentemente lo mejor será ir con cuidado, aplicar las recomendaciones que te hemos dado y tratar de evitar los arañazos… ¡tu coche te lo agradecerá y tu bolsillo, también!