casa batllo barcelona sant jordi pixabay1348260 300x225 - ¿Cómo se puede ahorrar combustible con el coche?

¿Cómo se puede ahorrar combustible con el coche?

Si queremos ahorrar en la carretera, cada litro cuenta, y más en un contexto de precios variables y cada vez más elevados. Por ello, además de repostar en gasolineras low cost, podemos poner en práctica algunas estrategias para conducir de forma más eficiente y reducir el gasto en nuestros desplazamientos, especialmente si usamos el coche a diario. Además, adquirir buenos hábitos al volante no solo beneficia al bolsillo, sino también al planeta, ya que una conducción eficiente contamina menos. Así que, si quieres descubrir cómo se puede ahorrar combustible de manera sencilla y eficaz, te recomendamos que leas el siguiente artículo de Wikidriver con atención y tomes buena nota de nuestros consejos.

Hábitos inteligentes para ahorrar combustible en el día a día

Tanto si conducimos un coche de gasolina, diésel o híbrido, existen formas sencillas y eficaces de reducir el consumo de carburante en nuestros desplazamientos. Para ello, podemos adoptar dos estrategias: por un lado, adoptar buenos hábitos al volante antes de iniciar la marcha; y por otro, aplicar técnicas de conducción eficiente mientras circulamos. 

A continuación, nos centraremos en la primera de ellas, detallando las acciones que podemos llevar a cabo antes de ponernos en marcha.

Planifica tus desplazamientos para evitar atascos y desvíos innecesarios

El tráfico, las rutas mal elegidas o las paradas frecuentes afectan negativamente al consumo de combustible, de modo que una buena planificación resulta esencial para evitar gastar más de la cuenta. 

En consecuencia, dedicar un tiempo a planificar la ruta nos permitirá elegir la más rápida y segura para llegar a nuestro destino, esquivando atascos innecesarios y tomando desvíos que pueden sumar kilómetros (y por ende, combustible) al desplazamiento. Aunque parezca poco tiempo, tardar diez minutos más de lo previsto en un viaje de una hora puede traducirse en un 14 % más de consumo de combustible.

Revisa la presión de los neumáticos con regularidad

Además de comprometer la estabilidad y seguridad del vehículo, llevar los neumáticos a una presión inferior a la marcada por el fabricante aumenta la resistencia de la goma a la rodadura y, con ello, el consumo de carburante

Para evitarlo, hay que revisar los neumáticos con regularidad y asegurarnos de que tienen la presión que toca; si no recordamos cuál es, podemos comprobarla en la tapa del depósito de gasolina del coche o en el interior de la puerta del conductor. 

Otros aspectos importantes relacionados con la presión de las cubiertas es que debemos ajustarla con los neumáticos fríos, no en caliente, y aumentarla un poco por encima de los niveles indicados en dos situaciones concretas: en invierno, cuando la temperatura es baja, y cuando viajamos con mucha carga. De esta forma, conseguiremos una menor resistencia a la rodadura y reduciremos el gasto de combustible. 

Finalmente, también será importante verificar que el neumático está en buen estado (o comprobando que el dibujo de la goma no esté deteriorado ni tenga ninguna grieta) para que pueda rodar de forma eficiente y no disparar el consumo de carburante.

Elimina peso innecesario del coche

Si bien cuando hacemos un viaje largo es normal cargar el coche con el equipaje, en el día a día debemos intentar eliminar peso innecesario, ya que afecta a la aerodinámica y al rendimiento del vehículo e implica un mayor gasto de carburante. 

Por ello, se recomienda hacer limpieza del maletero y llevar solo lo esencial. Las cifras hablan por sí solas: transportar 100 kilos extra, por ejemplo, incrementa el consumo cerca de 0,3 litros. 

Apaga el motor en paradas prolongadas

Si debemos detenernos más de un minuto parados a causa de una retención u otros motivos, lo mejor es apagar el motor del coche para no gastar combustible innecesario. 

Con el motor al ralentí, un automóvil consume entre 0,5 y 0,7 litros/hora.

Optimiza el uso del aire acondicionado y la calefacción

Tanto el sistema de refrigeración como el de calefacción nos permiten regular la temperatura cuando esta es muy alta o baja y proporcionan confort térmico para circular con comodidad. Sin embargo, debemos usarlos con moderación para no incrementar excesivamente el consumo de carburante, sobre todo si tenemos un coche antiguo. En este tipo de vehículos, el compresor del aire acondicionado o la calefacción está acoplado al motor e incide directamente en el gasto de combustible, mientras que en los vehículos más modernos son independientes y encender la calefacción o el aire acondicionado apenas repercute en el consumo de carburante. 

Sin embargo, cada litro cuenta, por lo que conviene aprovechar cualquier oportunidad para ahorrar combustible. ¿Qué es más eficiente, entonces: abrir las ventanillas o encender el aire acondicionado? En verano, si circulamos por ciudad, es preferible abrir las ventanillas (siempre que resulte seguro hacerlo), mientras que, si conducimos por una autovía o autopista, es más recomendable utilizar el aire acondicionado. Circular con las ventanillas bajadas a altas velocidades, además de implicar un riesgo potencial por la entrada de objetos en el habitáculo, afecta negativamente a la aerodinámica del vehículo: el aire que penetra genera mayor resistencia, lo que obliga al motor a esforzarse más y, en consecuencia, aumenta el consumo de carburante.

En cuanto a la calefacción, tampoco deberemos ponerla demasiado alta; debe estar entre 21 °C y 23 °C (cabe recordar que una temperatura demasiado elevada puede favorecer la somnolencia) para garantizar un buen confort térmico y no consumir demasiada gasolina o diésel. Otro truco para optimizar el uso de la calefacción consiste en no encenderla nada más subir al vehículo, sino pasados unos minutos. La calefacción aprovecha las temperaturas elevadas del motor, así que es preferible esperarse a que este alcance la temperatura de trabajo y aprovechar el calor del propulsor; de lo contrario, si la ponemos enseguida por las  rejillas de ventilación solo saldrá aire frío.  

Planifica tus repostajes

Otro truco para ahorrar en combustible es planificar los repostajes y escoger aquellas gasolineras low cost que ofrezcan precios más bajos. 

Hoy en día disponemos de un amplio abanico de aplicaciones y buscadores de estaciones de servicio, como Gas all, Gasolineras baratas o Top gasolineras España, REPSOL copiloto, para sistema Android, o CombusFREE o Gasoil para iOS, además de buscadores de gasolineras baratas como el de la OCU, que permite localizar la estación de servicio más cercana a nuestra ubicación. 

También hay que evitar circular con el depósito en reserva para no tener que repostar en la primera gasolinera que encontremos; de ahí la importancia de planificar. 

Otro consejo para ahorrar combustible según el estudio de una conocida empresa de seguros catalana consiste en llenar el depósito entre semana (preferiblemente, un lunes), ya que los fines de semana los precios de la gasolina, el diésel o los ecocombustibles suelen ser más altos debido a una mayor movilidad. 

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Técnicas de conducción eficiente para reducir el consumo

Además de poner en práctica todas las estrategias que te acabamos de comentar, realizar una conducción eficiente es clave para reducir el gasto de combustible. 

Seguidamente, te explicaremos algunas técnicas para optimizar su consumo: 

Conduce a velocidad constante siempre que sea posible

Circular a una velocidad constante, en lugar de dar acelerones, frenazos continuos e ir bajando y subiendo de marchas, permite que el motor funcione de forma más eficiente y la conducción sea más segura y sostenible. 

Para hacerlo, en vías interurbanas puedes ayudarte del control de crucero (cruise control), una opción que incorporan muchos vehículos actuales de gama media-alta.

Cambia a marchas largas tan pronto como sea posible

Las marchas largas permiten optimizar el consumo de combustible porque hacen que el motor funcione a menos revoluciones por minuto (rpm) para una misma velocidad, hecho que implica menos esfuerzo de este elemento y, por ende, menos consumo. 

De este modo, lo más recomendable para ahorrar carburante es circular con marchas largas el mayor tiempo posible (por ejemplo, en 4ª o 5ª marcha en ciudad, siempre respetando los límites de velocidad). Para ello, deberemos subir de marcha sin revolucionar el motor, es decir, sin acelerarlo. 

Como norma general, en un coche diésel se aconseja cambiar de marcha entre las 1.500 y 2.500 rpm y, en el caso de uno de gasolina, entre las 2.000 y 2.500 rpm; el cuentarrevoluciones del vehículo nos ayudará a saber cuándo cambiar, aunque si no nuestro coche no dispone de este elemento, el propio sonido del motor también nos indicará cuándo hacerlo. 

Usa el freno motor en bajadas o retenciones

En ciertas situaciones detener el vehículo pisando el pedal del freno gasta más combustible que hacerlo con el freno motor. Así, en caso de bajadas prolongadas, en pendientes con tráfico lento o al acercarnos a un semáforo o a una rotonda, por ejemplo, es mejor soltar el acelerador para dejar que el coche reduzca por sí solo decelerando suavemente. 

De esta forma, aprovecharemos la retención que genera el freno motor y podremos reducir hasta un 2 % el suministro de combustible. 

Anticípate al tráfico para evitar frenadas bruscas

Hacer una conducción preventiva, estando atentos a la carretera y observando el comportamiento de los vehículos que nos preceden, puede ayudarnos a mantener la fluidez, evitar frenadas bruscas y disponer de un mayor tiempo de reacción ante situaciones imprevistas. 

Factores que aumentan el consumo sin que te des cuenta

Para terminar el artículo, repasaremos algunos factores que aumentan de forma notable el gasto de combustible sin que seamos conscientes de ello: 

Conducción urbana con paradas constantes

Como ya hemos explicado anteriormente, mantener una velocidad constante permite reducir el consumo de combustible frente a una conducción con frenazos y aceleraciones continuas. No obstante, dentro de núcleos urbanos resulta difícil mantener una conducción uniforme, ya que la propia estructura viaria, la presencia de señales de tráfico y la densidad de vehículos obligan a frenar y acelerar con frecuencia.

Exceso de velocidad en carretera

Aunque circular por carretera a velocidad constante resulta más eficiente que hacerlo en entornos urbanos, exceder los límites de velocidad provoca un aumento del consumo de combustible. ¿La razón? A mayor velocidad, la resistencia aerodinámica es mayor, y, por ende, el motor necesita más carburante para contrarrestarla. Además, conviene recordar que superar los límites establecidos supone una infracción de la normativa de tráfico y un peligro para la seguridad vial.

Uso incorrecto del maletero o portaequipajes exteriores

En puntos anteriores ya hemos explicado cómo una carga excesiva incrementa el consumo de carburante. Pero la carga no solo es aquella que llevamos en el maletero, sino también en el portaequipajes externo en forma de vacas o cofres. Si bien permiten transportar una carga mayor, estos elementos incrementan el peso del vehículo y afectan a la aerodinámica, hecho que conlleva un aumento del consumo de combustible.

A modo de resumen, en este artículo te hemos contado algunos sencillos trucos que puedes poner en práctica para reducir el consumo de carburante, tanto antes de salir a la carretera como mientras estés circulando. Por ello, si quieres evitar que la aguja del depósito de gasolina baje con rapidez, haz un buen mantenimiento del vehículo, aplica técnicas de conducción eficientes y planifica tus desplazamientos y repostajes… ¡Tu bolsillo (y el medio ambiente) te lo agradecerán!